El agua micelar dermatológica. Limpia, desmaquilla y calma.
Sensibio Agua Micelar es la primera y única agua micelar dermatológica que presenta una analogía biológica perfecta con la piel: los ésteres de glicerol que forman las micelas son similares a los fosfolípidos de las membranas de las células cutáneas y participan en la reconstitución natural del film hidrolipídico de la piel.
Formulada con activos limpiadores de origen vegetal y 100% respetuosos con la piel, este producto limpia y desmaquilla en profundidad sin dañar la función barrera de la piel.
Con extracto de pepino para aportar una acción descongestionante y emoliente, y con la patente DAF™, esta combinación de principios activos aporta una acción calmante y reduce la reactividad de las pieles sensibles.
Para asegurar una excelente tolerancia, Sensibio Agua Micelar ha sido desarrollada con agua altamente purificada (libre de cualquier substancia o microorganismo dañinos para la piel) y con un pH fisiológico.
CONSEJOS DE USO
Mañana y/o noche – 7 días de la semana
Humedecer un algodón con Sensibio Agua Micelar para pieles sensibles
Limpiar y/o desmaquillar cara y ojos con suavidad
Repetir la aplicación hasta que el algodón esté limpio
Más que perfiles clásicos, BIODERMA prefiere personalidades capaces de pensar e ir más allá; algo lógico cuando las mentalidades independientes son un valor fundamental. Pero la audacia y la originalidad deben ir siempre de la mano con la experiencia y competencia. Los equipos BIODERMA comparten valores humanos y una ética que constituyen la fortaleza de una empresa dedicada a la salud.
NUESTRA MISIÓN
En primer lugar consiste en escuchar a los dermatólogos, a los expertos en investigación científica del mundo entero, a los farmacéuticos y a los pacientes que padecen patologías cutáneas diversas. Después, estudiar los procesos biológicos propios de la piel humana, analizar sus reacciones y entender el origen de los funcionamientos incorrectos. A continuación, imaginar soluciones eficaces para tratar las patologías cutáneas, respetando siempre la biología natural de la piel. Finalmente, hacer validar nuestros tratamientos por los dermatólogos antes de comercializarlos en las farmacia